Lunas de hiel: de la seducción a la degradación
«Procura no desaparecer en la personalidad de otro, sea hombre o mujer»
Luna amarga de Pascal Bruckner.
Humillación, cuckold, seducción y control son prácticas de cualquier relación BDSM. ¿Pero qué pasa cuando esta receta de la felicidad llega a la degradación desmedida? Todo se vuelve tóxico. Y si pensamos en la toxicidad de una pareja, no podemos dejar de lado a Oscar y Mimi.
Pero, ¿quiénes son? ¿su relación sería D/s? Conozcamos la toxicidad y la degradación en las Lunas de hiel.
Sobre las lunas
Lunas de hiel (1992) es una película de Roman Polanski, basada en una novela homónima de Paul Bruckner.
Sus películas se caracterizan por la concepción cruel y sin tapujos del ser humano. ¿Recuerda su adaptación de la Venus de las pieles?
La trama
Las lunas de la hiel cuenta la historia de la seducción a la degradación en la relación tumultuosa de Oscar y Mimi, usando múltiples flashbacks y narraciones detalladas.
Estos dos personajes se encuentran en un crucero, al mismo tiempo que una pareja de británicos, Nigel y Fiona, quienes celebran un aniversario. Desde el inicio se nota que es un intento de rescatar una relación ya gris y sin chispa. La historia de estos últimos se entrelaza, justo cuando Nigel conoce a la vibrante y sensual Mimi en un corto intercambio. Inmediatamente queda prendado, sin embargo, ella era casada con un hombre en silla de ruedas, Oscar. Este último se aprovecha de la inminente atracción del joven hacia Mimi y le cuenta la historia de su matrimonio. Aunque al inicio Nigel está renuente, no puede evitar caer en esa dulce obsesión, creando todas las escusas posibles para escucharla.
Todo parece fácilmente creíble hasta este punto. ¿Pero donde entra la degradación? (Atención: spoilers)
Luna de miel en Las lunas de hiel
Primeramente, ¿quiénes son ellos?
Oscar, es un escritor fracasado con delirios de grandeza que se muda a París buscando a su musa para su novela. Un día, queda prendado de una joven, haciendo lo posible por encontrarla. Un amor a primera vista.
Mimi, la chica en cuestión, tiene sueños de ser la musa de un escritor y termina siendo camarera, hasta que conoce a Oscar.
Los primeros momentos de la relación cumplen con todos los clichés románticos: París, amor a primera vista, hombre con fantasías eróticas, muchacha que quiere ser protegida e idolatrada. Ellos comienzan una relación fugaz y consumidora. Tanto así, que Mimi toma el rol de Dómina en la intimidad.
¿Obsceno? ¿Has sentido alguna vez verdadera pasión desbordante? ¿Has idolatrado de verdad a una mujer? Nada puede ser obsceno en un amor así. Todo lo que ocurre entre vosotros se convierte en un sacramento
Omorashi
Dentro de su exploración D/s, intentan diferentes prácticas. Mimi se convierte en un templo, una diosa a quien debe adorar. Sin embargo, una de ellas merece un pequeño apartado: omorashi.
En esta escena Oscar describe vívidamente los detalles, lo que deja completamente perplejo a su oyente:
Me tiré del sofá, me arrastré como un lunático, me tumbé boca arriba entre sus piernas. Fui rociado por una cálida cascada dorada que me salpicaba las mejillas, las fosas nasales y los ojos. Algo estalló en mi cerebro como una bomba de muchos megatones. Un relámpago cegador desgarró mis órbitas. Experimenté el orgasmo más sublime de mi vida. Fue como un cuchillo de fuego penetrándome. Fue mi Nilo, mi Ganges, mi fuente de la juventud, mi segundo bautismo.
Lunas de hiel
Luego de alcanzar la cúspide de su relación, empieza el descenso. Y ahí comienza la verdadera trama de la película.
Cambios en la sicología de los personajes
Oscar, además de ser egocéntrico, se desprecia a sí mismo. Ya cansado de la relación, vuelca ese desprecio hacia Mimi. ¿Acaso ella comenzó a parecerse a él?
Ella deja de ser la diosa, y vuelve a ser la víctima, objeto, cobarde al enfrentarse a la vida sola. Bajo estas condiciones, Mimi se hace totalmente dependiente a él y está dispuesta a todo.
Y aquí termina una fase masoquista de Oscar. Los roles se invierten y lo vemos siendo un terrible dominante, llegando a una tortura emocional y psicológica.
Humillación
Este aspecto se trata de muchas maneras, no solo cuando Oscar la deja llorando frente a su casa, sino con los comentarios despectivos en la forma de Mimi vestirse. Esto hace que ella cambie toda su apariencia y personalidad. Se transformó de joven enamorada, a diosa y terminó como la esposa olvidada.
Una vez ella estaba despojada de su confianza y autoestima, él comienza a flirtear con otras mujeres, solo para hacer que se marchara.
El extremo aquí fue cuando él condicionó su aborto, y la abandona en un vuelo, estando vulnerable. El mayor terror de Mimi se hace realidad.
Violencia
La violencia también está presente en la degradación de su relación.
Precisamente cuando en el calor de una discusión, él la golpea y cae al suelo inconsciente. Una vez recobra la conciencia, le pide que no llame a un doctor, sino que la abrace. En vez de ir al hospital, deciden disfrutar la noche parisina como si nada hubiese sucedido.
Voyeurismo
No podemos pensar que los protagonistas de Las lunas de hiel corrompen a la pareja de jóvenes. Ellos también son complejos en sí.
Tomemos, por ejemplo, la curiosidad insaciable de Nigel. Por muy abominable que le pareciera la relación kink y el exhibicionismo, su necesidad por saber, escuchar e imaginarse todas las escenas era imposible de apagar.
Lo mismo se podría decir que sucede el espectador.
Luna de muerte
Luego de meses entregado a mujeres, sexo y a la vida nocturna parisina, Oscar termina hospitalizado. Sorpresivamente, aparece Mimi con deseos de vengarse, al punto de condicionar su estado en una silla de ruedas para siempre.
Humillación como forma de pago
Ahora las cosas cambiaron. Mimi, toda una Dómina endemoniada.
Vemos que no solo Oscar se vuelve dependiente a ella para comer, sino para hacer necesidades básicas. Tal es el caso cuando lo deja solo en una silla mientras sale con su ropa provocativa otra vez. Al regresar, él se había orinado encima.
Cuckold
Aquí este aspecto se hace realidad.
Al inicio, ella se entrega a otros hombres y los lleva al apartamento donde Oscar se encuentra. Le quita toda potestad y control masculino sobre ella.
Sin embargo, él decide aceptar la situación y se casan.
Ahora, Oscar le ayuda a tomar nuevos amantes, todo bajo su guion detallado y observación. Una fantasía total. Lo que lleva a preguntarnos: ¿es una justificación para su fantasía cuckold o se hizo a sí mismo cuckold para erotizar su situación?
Precisamente, en este círculo vicioso y tóxico se ve envuelto Nigel, sin embargo, era demasiado tarde. Mimi y Oscar lo convierten a él en otro cuckold, mientras ella seducía a Fiona, su esposa.
Dejando claro cuestiones básicas en Las lunas de hiel
Hay muchos aspectos de las prácticas kink de forma general que debemos mirar de forma crítica en las Lunas de hiel.
(Aclaro, muchos de ellos no fueron omitidos, si no que simplemente no están.)
Negociación
Los protagonistas decidieron tomar este lifestyle sin haber analizado complejidades particulares que interferían con el desarrollo saludable de su relación. Sabemos perfectamente que el poder y el control se vuelven peligrosos cuando quien lo ejerce carece de empatía.
Responsabilidad
De manera similar, no tenían responsabilidades con sus roles, si es que alguna vez los definieron. Tampoco el hecho de intercambiar roles (switch) fue definido. Recordemos que Mimi vuelve a tomar el papel de Domina solo por venganza.
Toque radioactivo
No miremos solo la violencia y degradación en la que Oscar pone a Mimi, que está mal. Miremos también a la Mimi sumisa, que se hace totalmente dependiente, al punto de no aceptar la separación y hacer todo lo posible por tenerlo de vuelta.
Prácticas kink
Ahora, el mundo BDSM es muy amplio. El voyeurismo sí existe y hay maneras de hacerlo saludable, al igual que los fetiches. La humillación y el cuckold también. Son parte de la playlist de cualquier pareja, y el disfrute de estas técnicas depende en gran medida del consenso y compromiso.