Cuando un collar no es solo un collar.
La ceremonia del collar
Algunos animales marcan sus propiedades con elementos únicos y especiales para ellos. Este comportamiento fue heredado de nuestros ancestros, hasta existir como una necesidad primigenia de señalar lo que nos pertenece.
La comunidad BDSM está íntimamente conectada con el sentido de propiedad y propietario. El símbolo más reconocido dentro y fuera de la comunidad para representar dicho sentir, es sin lugar a dudas, el collar.
Resulta pertinente entonces, zambullirse en lo general y lo particular de esta temática; un intento por hacer justicia a todo lo que un collar representa.
Posesión reconocida
Desde la esclavitud, el collar era un elemento que denotaba posición social. Los dueños de esclavos a menudo confeccionaban collares específicos para su casa, una forma eficiente de identificar su propiedad si esta llegase a escapar o extraviarse. Incluso dentro de los esclavos de una misma casa, podían existir diferencias en sus collares, determinando su estatus o labor que desempeñaban.
El material más frecuente en la confección de dichos aditamentos era el hierro, ornamentado con cobre o aleaciones de plata indistintamente, garantizando así la durabilidad de los mismos.
El collar cubría la necesidad de decir todo el tiempo “esto es mío”, al igual que denotaba que esa criatura o persona, tenía dueño. Alguien velando por sus necesidades básicas…más o menos.
Muchos de estos principios siguieron imbuidos en el collar, cuando este se acopló de manera simbiótica al BDSM.
Promesas alrededor del cuello
El collar es la representación física del vínculo íntimo entre la parte dominante y la parte sumisa.
Hablamos de vínculo íntimo para abarcar el aspecto espiritual, el emocional y el sexual, los cuales pueden coexistir en perfecta armonía en una dinámica no tradicional.
Si bien nos referimos a collar, su forma varía. Tal como una alianza matrimonial o de compromiso, cambian su forma de una dinámica a otra; en ocasiones incluso dejando de ser, un collar. Algunas dinámicas optan por joyas discretas, anillos, tatuajes, etc. Dotadas del mismo valor si este le ha sido conferido y sujetas a los mismos estándares.
Tipos de collar
- Collar de consideración
Durante la primera etapa de una dinámica, tanto la parte sumisa como la dominante pueden expresar un interés en profundizar su relación. En dicho caso se le colocará su primer collar, declarando así, las intenciones de ambos. Tradicionalmente confeccionado de cuero en algún tono de azul y es equivalente a un anillo de pre-compromiso.
- Collar de entrenamiento
El período de consideración pasó, la nueva dinámica está lista para dar un paso más rumbo a la consolidación de su relación. Durante el entrenamiento, el mayor compromiso es con el aprendizaje de protocolos. Suele ser una etapa compleja debido a un aumento en las responsabilidades de ambas partes, las cuales suelen ser abrumadoras y en ocasiones dan al traste con la relación.
Bien aprovechado, el período de entrenamiento puede fortalecer la relación hasta límites insospechados, educando a ambos extremos en igual medida.
- Collar permanente
Equivalente a una alianza matrimonial, este collar certifica la propiedad sobre la parte dominante. Se entrega en una ceremonia oficial sobre la que hablaremos más adelante. Mientras que su variante tradicional se representa con cuero negro o un collar de metal, descubrirán que no es la única opción, aunque la constante suele ser la originalidad de sus diseños.
Sabiduría adicional
- Los collares son comúnmente empleados por los roles sumisos de las dinámicas. Pueden ser usados por sumisos que se encuentren solos para señalizar su rol.
- Otros collares son los de juegos, utilizados solo durante sesiones a discreción de la parte dominante con previa negociación y los collares virtuales, de los cuáles hablaremos en otra ocasión.
- A pesar de que el amor romántico suele estar presente en muchas dinámicas, este no constituye un requisito para la colocación de un collar.
- En caso de que alguna de las partes no desee seguir adelante, el collar debe ser entregado a la parte dominante, puesto que es su propiedad. Fallar en realizar la entrega, se considera irrespetuoso.
- Acercarse activamente a un sumiso con collar sin el previo autorizo de su Dom/Domme, se considera una ruptura extrema de protocolo y, por tanto, un daño severo al prestigio del infractor.
A pesar de que una dinámica comprometida no está obligada a usar símbolos que lo expresen abiertamente, la entrega de un collar va precisamente de compromiso y validación.
Estás listo, cuando estás listo.
Tal como la unión marital convencional, un collar no es algo que haces a la ligera. Antes de siquiera caminar en busca de uno, debes saber tus límites, los de tu(s) pareja(s) y vuestras responsabilidades.
Durante este proceso de conocimiento, viene bien hacerse algunas preguntas.
- ¿Me gustan los símbolos de compromiso?
- ¿Qué tan avanzada debe estar mi relación para considerar un collar?
- ¿Qué nivel de compromiso necesito para aceptar uno?
- ¿Qué necesito saber de mi(s) compañero(s) para sentirme cómodo con un compromiso?
- ¿Tengo alguna limitación con el tipo de collar que entregaría/ aceptaría?
Si todo ha ido de maravilla, con cada minuto compartido convenciéndolos de que pertenecen juntos y os encontráis dispuestos a declararlo abiertamente, tal vez es momento de dar el sí al collar.
Ceremonia del collar
Se considera como tal a la reunión simbólica para celebrar y honrar el compromiso sagrado entre compañeros dentro de una dinámica BDSM.
Éstas dicen mucho de los gustos y personalidades de sus anfitriones. Cada elemento imprimado con su identidad dentro, y en ocasiones fuera, de la comunidad BDSM, por lo que ninguna ceremonia es idéntica a otra.
Todos los elementos de la ceremonia están vinculados entre sí, por tanto, la sincronía es esencial para un resultado satisfactorio.
- Tema.
Determinar el tema es vital para establecer los ánimos del evento. Una vez escogido, la selección consiguiente del código de vestimenta y la locación del evento, es mucho más simple.
Los temas más recurrentes suelen ser formal, coloquial y pervertido. Cada uno con su parafernalia afín.
- Invitados.
Aunque la discreción y el anonimato han jugado un papel importante en todo lo relacionado con la comunidad, la lista de invitados puede ser tan corta o extensa como se desee. Es importante prestar atención al tema que se ha seleccionado y a quiénes se desea invitar al evento, es una manera eficaz de evitar malos ratos en un día tan especial.
- Oficiante.
El rol dominante suele conducir gran parte de la ceremonia, pero un oficiante puede facilitar la coordinación y cumplimiento del cronograma de la ceremonia. En ocasiones, el oficiante es empleado como portavoz del o los sumisos, mientras que el dominante habla por sí mismo.
- Ritual.
Este acápite comprende el acto de colocación del collar en sí, algunas dinámicas asocian la entrega del collar con la incorporación de otro elemento más permanente como un tatuaje, una perforación o una marca corporal.
- Votos.
Los anfitriones pueden presentar sus votos ya escritos u optar por dejarse llevar por las circunstancias, resultando en una verborrea emotiva. En ambos casos, se evidencia un pacto verbal entre las partes involucradas que luego puede ser sellado con la firma de un contrato si así se desea.
- Tiempo y locación.
Planificar de antemano todo lo que se desea, ayudará a crear un margen temporal del evento. De igual forma, saber las características y políticas del lugar donde se desea realizar, es clave en la composición final de la ceremonia.
- Recepción.
Cuando las formalidades culminan, el momento de divertirse llega. ¿Cómo divertirse?
Es vuestra decisión. Siempre recuerden tener en consideración a vuestros invitados y el sitio donde toda la magia va a tener lugar.
El mejor momento de una dinámica es cuando llegan a un punto tal de comprensión del otro, que las dificultades se vuelven superfluas. Un collar es una promesa de que tendrán trabajo sucio y duro por delante, de que todos los días verterán una gota incluso si la copa parece no llenarse nunca. Un collar significa que malhumorados, cansados o hambrientos, van a dar lo mejor de sí mismos para crecer juntos, sobreponerse a las dificultades de manera responsable y proteger el bienestar de la dinámica.
Incluso sabiendo lo difícil que puede llegar, ¿te comprometerías?
¿Dirías que sí al collar?