BDSM en el arte: ejemplos en la escultura y la pintura
El hombre siempre ha utilizado al arte como forma de expresión. Ya sea de su realidad, imaginación o íntimos deseos. Por tanto, es bastante común encontrarse referencias sexuales en pinturas y esculturas desde la antigüedad. Y quien dice sexuales, también interpreta BDSM en el arte.
BDSM en la escultura
Las venus atadas
Empecemos por el paleolítico. Las Venus son unas pequeñas estatuillas hechas de piedra o marfil creadas por esta época. Representan el cuerpo femenino exagerado (grandes pechos, vulva, glúteos) y carecen de rostro. Dos de las más reconocidas son la Venus de Willendorf y la Venus de Kostenki.
Se estará preguntando a qué viene esto. Le explico.
Prestemos atención a la de Kostenki. Es cierto que posee los rasgos antes mencionados, pero, esta venus además de doblarse hacia adelante, tiene los brazos atados al cuerpo con una trenza. Aunque hoy es solo un relieve, es muy parecido a los actuales bondage de pecho.
O sea, no fue solo su impresión.
Por un lado, las Venus podrían ser … representaciones de la diosa madre, amuletos para la fertilidad y la alimentación o similares. Pero también hemos descubierto que podrían ser el “fetiche” sexual de los hombres o adolescentes de la época. Dragón, autor en Cuadernos BDSM
Bondage en esclavos egipcios
En tiempos antiguos, para controlar o ejecutar los esclavos se ataban. Tal vez por eso existen estos dos excelentes ejemplos de bondage:
Una de estas esculturas, es una placa de bronce hallada en las excavaciones del templo de Amón en Djebel Barkal. Muestra un esclavo con las manos atadas sobre su espalda uniéndose a sus pies.
La segunda figura, del Museo Nacional de Jartum, muestra a un prisionero ofreciendo bien el pecho, con las manos atadas bajo él y cabeza hacia atrás, arrodillado. La figura podría indicar su inminente ejecución o castigo.
Afrodita: BDSM en el arte
En 1820, el autor neoclásico Antonio Canova creó una versión de Afrodita y Ares. Sí, muchos autores tomaban como sujeto personajes y situaciones históricas para dejar entrever temas de sexualidad.
En esta escultura, es muy evidente el BDSM en el arte. El dibujado sobre la manta que cubre y enreda las piernas de Afrodita es un claro ejemplo de bondage. Mientras la actitud de Ares es de despedida, ya dispuesto a marchar.
Esclava en venta
En 1845, llama la atención la escultura La esclava griega del escultor americano Hiram Powers. Es una magnífica representación de una doncella griega capturada por los turcos y puesta a la venta en el bazar de Estambul.
Esta figura, contemplada por todos en aquella época, llama la atención. Primero, por la mórbida sensualidad y la degradación de la esclava al ser expuesta. Segundo, su nobleza y dignidad a pesar de su completa desnudez.
BDSM en el arte: la pintura
Ligaduras de Venus
Venus y Martes es una obra de Sandro Boticelli (1483). Aquí Venus es representada como una diosa atenta o vigilante y frente a ella, Martes sumido en un sueño. Su túnica adornada con tiras invita a fijarse en algo.
Exactamente, en el ritmo formal de los drapeados que dibujan su cuerpo y tienden a enrollarse entre sus piernas. En otras palabras, un bondage.
Viéndola así, la Venus es una amante inmóvil, paralizada y extática en su propio deseo, quizás sin saciar.
La Andrómeda cautiva: BDSM en el arte
Por si no lo sabe, Andrómeda era la hija de los reyes de Etiopía quiénes la encadenaron a una roca desnuda para ofrecerla al dios Poseidón y al monstruo que envía. Esta situación sirvió de inspiración a grandes artistas, llegando hasta la pintura del siglo XIX.
La Andrómeda de Ingres.
En el caso de Jean-Auguste-Dominique Ingres, interpretó el tema literario de Ruggiero rescatando a Angélica (1819) basándose en el rescate de la dama por Perseo. Aquí destaca la posición forzada de la joven desnuda y encadenada. Además, no pasa desapercibido el simbolismo fálico de la larga lanza del héroe introduciéndose en la boca del monstruo.
La Andrómeda de Doré.
Mencionemos a Gustave Doré, quien capta a la Andrómeda más sensual (1869). Precisamente, a la joven desnuda y encadenada frente a la inminente amenaza del monstruo. Además de su miedo y agitación.
Esclavos + BDSM +pintura
En 1893, el pintor sevillano José Jiménez Aranda creó Rosa de 18 años en venta por 800 monedas mostrando un punto de vista particular. En la obra se muestra una chica desnuda postrada a los pies de los hombres que la examinan. La pintura hace que el espectador sea otro más de los posibles compradores mientras acentúa la humillación .
Otra pintura que representa una venta de esclavos es de Jean Léon Gérôme (1884). La obra está ambientada en un mercado oriental donde una esclava desnuda es examinada por un grupo de hombres. Pero, lo que llama la atención es el comprador que introduce los dedos en la boca de ella para hurgar en ella.
Las atadas hijas del Cid
Otra historia llevada a la pintura por estos años fue la de las hijas del Cid. Se cuenta que sus esposos decidieron deshacerse de ellas, por lo que las azotaron sin compasión usando sus cinchas corredizas y espuelas, abandonándolas a su suerte luego del terrible castigo.
Las jóvenes en este estado: atadas, desnudas y jadeantes fueron recreadas por pintores como Ignacio Pinazo (1879). Su obra lejos de ser pudorosa, es bien detallista al mostrar el bondage en las manos de una de las hijas y su expresión.
En las imágenes y esculturas anteriores se mostraron detalles referentes a la sexualidad. Específicamente eran camufladas las relaciones de poder al igual que algunas prácticas, lo que para nosotros viene siendo BDSM. Sin negar que desde la antigüedad existe BDSM en el arte.