365 DNI y su fracaso al mostrar el BDSM
Obsesionado con ella desde la primera vez que la vio, decide raptarla y darle 365 para que se enamore de él. Leyéndolo así hasta parece interesante (muchos sabemos que no lo es). Pero el problema es su intento de mezclar con el BDSM esta trama. Conozcamos a 365 DNI y su fracaso al mostrar el BDSM.
Sobre 365 DNI
365 DNI es parte de una saga de libros del autora polaca Blanka Lipinska. Fue luego llevada a la pantalla y distribuida por Netflix, alcanzando grandes niveles lucrativos y de visualización. Por lo menos la primera de estas entregas.
Tal fue el tamaño de la audiencia, que una gran mayoría la interpretó como el nuevo y más atrevido Grey. Pues muestra lo que más vende, sexo, pero con toques de BDSM a su manera, que no es la más correcta.
En otras palabras, es, lamentablemente, una gran y difundida muestra de lo que no es el BDSM.
La trama en sí, llena de red flags
Laura, una joven hermosa y exitosa, viaja a Italia en un intento de salvar su ya decadente matrimonio. En estas vacaciones capta la atención de un guapo mafioso, Massimo. Él se obsesiona con ella desde la primera vez que la vio hacía 5 años, llegando incluso a tener un cuadro con su cara en el salón de su casa. Su objetivo era secuestrarla y darle 365 días para que se enamorara de él prometiendo que no la iba a tocar a menos que ella lo deseara.
Y lo logra, bajo amenazas.
Una vez está Laura en su poder, comienza el lujo, paisajes hermosos mezclados con escenas bastante realistas y sensuales. Luego de varios momentos excitantes, el ¨buen¨ mafioso salva a la chica, y ella cae perdidamente en sus brazos. Y llega el momento del sexo explícito y técnicas BDSM de la nada. Hacia el final de la película, otro mafioso decide raptar a Laura y tienen un accidente.
Termina con un final abierto.
O sea, ¿qué no está mal con 365 DNI? La crítica lo dejó claro, pero es tiempo de enfocarse en el mensaje que transmite: romantizar la violencia.
Escena por escena de 365 DNI
Obsesión y voyeurismo
Desde los primeros minutos algo capta nuestra atención: el mafioso la vio una sola vez y no pudo sacarla más de su cabeza. Tal obsesión llega al punto de vigilarla y tomarle fotos.
Obviamente, este no es el voyeurismo que conocemos ni estamos de acuerdo en la comunidad BDSM.
Existen formas de practicarlo bajo consenso y ese es el objetivo para prácticas más sanas.
Primera alarma: el secuestro en 365 DNI
Según sexólogos, la gran mayoría de nosotros hemos fantaseado con un secuestro. Y entre practicantes del BDSM, es bastante general y posible.
Para ellos hacer realidad esta fantasía llevaría, sobre todo, consenso, sin importar el tipo de protocolo que se practique o sus opiniones con respecto a la planificación.
Ahora, muchos espectadores de la película no practicantes del BDSM, sintieron adrenalina y excitación al pensar en ser protagonistas de un secuestro.
Pero, ¿tendría algo que ver que el secuestrador fuera un guapo y rico mafioso? Si no importa esto, podría haber sido cualquier otro criminal que detienen en las noticias .
365 DNI romantizando la violencia
En el BDSM existe un intercambio de poder, consciente y bajo negociación. Un Dom controla a su sumisa, pero también vela por ella y su seguridad.
En la película no vemos nada así.
Es más, ¿puede recordar qué la hizo ser tan dócil y sumisa ante su secuestrador?
Él amenazó con matar a su familia.El guapo mafioso es violento, hace lo que sea por lograr sus objetivos: secuestrar, amenazar, controlar. La toma a la fuerza porque está en su derecho. Ella, en cambio, se la pasa teniendo mucha cautela y tratando de minimizar cualquier problema.
Si ese es el ideal en una relación BDSM o vainilla, se está romantizando la violencia.
Coacción pura, la forma de lograr los objetivos en 365 DNI
En muchas escenas, Laura es atada y obligada a mantenerse así como forma de castigo. Pero, hay otra, muy particular, donde Massimo la empuja contra una ventana, la esposa y la obliga a mantener sexo anal.
Ambas escenas hacen sonar las alarmas. Definitivamente ella no se siente cómoda. Sin embargo, en 365 DNI nos bombardean constantemente con razones para que no la veas como una víctima, cuando lo es.
Volviendo al BDSM, en este mundo Sí existen los castigos y la humillación. Siempre habiendo discutido su cabida durante la negociación. No de la nada como vemos ahí.
Sin consentimiento
Si el autor decidió incorporar prácticas BDSM a la saga 365 DNI, las niega constantemente.
La constante principal en este mundo es el consenso, independientemente del protocolo y la intensidad de la sesión. ¿Acaso escuchó decir a la muchacha: ¿estoy de acuerdo con esto, sé los peligros que corro y tenemos suficiente confianza para hacerlo?Déjeme adivinar, no lo hizo. Creyó que ya estaba implícito porque a lo largo de la trama ella cae perdidamente en los brazos del secuestrador e incluso, parece disfrutarlo.
NO. Ella fue amenazada e hizo lo posible por sobrevivir.
Como puede ver, 365 DNI no es BDSM, y si su objetivo era serlo, se debería haber tratado mejor. Es bastante descuidada al representar esta concepción de la romanización de la violencia a miles de espectadores, porque sí, fue la más vista de la plataforma.