Negociación, la mejor vía para garantizar el máximo placer en el BDSM
¿Qué es lo primero que debe hacer antes de iniciar cualquier sesión BDSM, o alguna práctica por muy light que parezca? La respuesta es la negociación. Tal vez, el paso más difícil para muchos.Ya sean expertos o principiantes (quiénes encontrarán súper útil este post) nunca deben subestimar su importancia.
¿Cuál es el fin de la negociación?
Pues, poniéndolo simple, planear cualquier tipo de escena BDSM, y en algunos casos, una relación entera.
La negociación, y todo lo que incluye, garantiza el desarrollo de la escena y el máximo placer que deriva de ella. Es tan fundamental como el consentimiento, incluso, relacionado a él.
Aquí se comunican las necesidades, deseos e inquietudes de los involucrados, así como soluciones a posibles situaciones. Este intercambio logra que nos sintamos cómodos y seguros durante la entrega de poder.
Más sobre ella
La negociación no es un proceso ajeno ni particular del BDSM. Se parece a la forma habitual en la que nos familiarizamos con los intereses de otros.
Además, y contrario a algunas creencias populares, no significa que la parte sumisa tiene que acceder a todo lo que su Dom quiere. Tampoco significa que el Dom tiene que consentirla para poder jugar con ella.
La negociación no es tan sencilla
No es tan fácil, principalmente para los que recién empiezan, pero vale la pena. Ya verán.
Por ejemplo, necesita conocer sus gustos e intereses. Esto supone certeza y conocimientos de sí mismo.
Además, si no hay suficiente confianza, la comunicación se vuelve complicada y, por tanto, la negociación. Ser honesto, cementa la base de la relación.
La duración puede variar. Algunas llevan días, semanas o incluso meses. Otras involucran listas con una infinidad de prácticas sobre las que negociar.
Ahora, ¿no está seguro qué entra en la negociación? Mire aquí 5 aspectos generales.
Definir roles
Las relaciones BDSM, se basan en el intercambio de poder entre sumiso y Dominante. Además de darse en parejas switch, donde el poder se turna.Por tanto, la pareja debe asegurarse de estar en la misma página sobre sus respectivos roles (independientemente de cómo se le denominen en la práctica que escogieron). Cada cual debe sentirse cómodo asumiendo su papel e investigar, en caso que no conozca, la mejor forma de llevarlo a cabo.
Expresar los intereses durante la negociación
Este es el mejor espacio para hablar libremente de lo que disfruta o le produce curiosidad.Los intereses particulares pueden variar dependiendo del tipo de práctica, los juguetes, la intensidad, duración, ritmo, zonas, etc. Una vez negociadas y planificadas, serán parte de la playlist.
Flogger te gusta. Ok, ¿en qué zona? ¿Qué tan duro? ¿Con ritmo? ¿Sin Ritmo? ¿Qué tanta experiencia tienes con esto? ¿Tienes floggers tú, o quieres que usemos los míos?… etc
Lamentablemente, a muchos le corta el mood. Sin embargo, lo que arruina de verdad el momento es el no haber preparado a su pareja para lo que Ud. quiere hacer, sabiendo que tal vez no lo quiera hacer, o no pueda.
Negociar contacto sexual
Obviamente está vinculado a los intereses. Por tanto, es necesario discutir la cantidad de contacto sexual que está dispuesto a compartir con su pareja.
Por ejemplo, puede negociar el uso de juguetes además de la práctica BDSM, tener sexo oral o permitir la penetración vaginal o anal.
Trazar límites
El hecho de que el mundo BDSM sea tan amplio, no significa que deba probar todo a la vez, o que le guste todo, una vez que se une.
Existen límites. Barreras que son diferentes para cada uno.
Ahora, hay dos tipos de límites que también debe negociar.
Límites blandos. Son los que está dispuesto a intentar probar en un tiempo o empujar bajo las circunstancias adecuadas. Son parte de un proceso gradual hasta que se sienta cómodo experimentando.
Límites estrictos. Son las prácticas que no está dispuesto a explorar, puede incluso involucrar lenguaje, personas o lugares específicos. Aunque no se quieran cruzar por bienestar mental o físico, es más que necesario respetarlos.
Recuerde, está bien decir NO. Aunque sea una negociación, no significa necesariamente que TODO esté sujeto a debate. Forzar los límites de manera no consensuada es una forma de violencia dentro del BDSM.
Garantizar la seguridad durante la negociación
Implica todo lo relacionado al bienestar e integridad de las personas involucradas. Por ejemplo:
Negociación de las palabras o gestos de seguridad:
Ponen un stop a la sesión. Son usualmente palabras cortas y que no tienen que ver con lo que está sucediendo. En caso de que esté usando una mordaza o en medio de una práctica que no le permita comunicarse, necesita un gesto que haga la misma función.
Es cierto que ya en una relación basada en la confianza y en el conocimiento que se tiene sobre la otra persona, se llega al punto donde podrá leer el lenguaje corporal y expresiones faciales, y así saber cuándo detener la sesión.
Pero esto no es siempre útil. Asegúrese de tener las herramientas correspondientes (como tijeras) para detener la sesión.
Problemas médicos
Cualquier información que retenga sobre sí mismo puede afectar su experiencia BDSM. Ya sea que tenga presión arterial alta, lesiones, ataques de pánico o alergias, provocadas por algunos juguetes BDSM.
Por tanto, hable con franqueza, independientemente del rol que tenga, para adaptarse y encontrar posibles soluciones.
Muchos de estos problemas pueden evitarse.
Aftercare, otra parte de la negociación
La negociación, como ve, también incluye cómo quiere sentirse luego de la escena.
Para todos no es igual. Algunos prefieren una manta caliente, hablar al respecto o simplemente alejarse y cuidarse por sí mismo, otros, están en contra de ello. Incluso, el tiempo del cuidado varía.
Sin embargo, siempre aconsejamos siempre el aftercare.
Resumiendo, la negociación garantiza que aprovechemos al máximo la sesión, de manera segura y bajo los límites personales. Muchos otros aspectos pueden negociarse, y siempre que cambien sus límites e intereses también.