Bondage para amateurs: aprenda el arte de la inmovilización
De seguro ha visto imágenes mostrando la delicadeza del cuerpo humano amordazado con patrones complejos haciendo gran contraste en la piel. O tal vez, ha visto hermosas ataduras shibari y pensado en lo excitante que lucen. Estas son parte de la B en BDSM: bondage, y si no las ha añadido a la playlist, aquí le dejo lo que necesita saber para comenzar.
¿Qué es el bondage?
En mi humilde opinión, llamaría al bondage como arte: la inmovilización o restricción del movimiento del cuerpo del sumiso.
Esta práctica es altamente erótica para muchos. El Dom se convierte en artista y traza, dibuja, pinta la obra en el cuerpo de su sumiso. Otros, llegan a ella por diversos fines como corrección del comportamiento, castigos o para educar a su sumiso.
Por tanto, el bondage va de menor a mayor dificultad utilizando cuerdas, esposas, cadenas u otros instrumentos más cotidianos, e incluso involucrarse en otras sesiones. Calma, más abajo le explico.
Además, se pueden incluir otras técnicas como momificación, suspensión, restricciones de cuero, etc. Si está comenzando, le recomiendo dejar estas para luego.
Lo genial del bondage
Para comenzar, la confianza y entrega entre Dom y sumiso, produce gran emoción erótica, sensual e intelectual. Desde el hecho mismo de atar, hasta la contemplación del resultado final, sin importar el tipo de técnica o material que estén utilizando.
Tomemos por ejemplo las cuerdas. Mientras el Dom las ata y le da forma sobre nuestro cuerpo, la tensión de los músculos comienza a activar las endorfinas. La excitación al dejarse someter nos lleva a aceptar el dolor en los músculos, articulaciones y la fuerte restricción del movimiento.
Los nudos se colocan en lugares más sensibles para estimular zonas como el clítoris o el ano. Y lo mejor, honey, algunos de estos modelos más sencillos se pueden utilizar fácilmente debajo de la ropa corriente y por un largo período de tiempo.
Después de todo, la cuerda es un baile. Es una conexión íntima entre dos personas y un medio... Tu cuerpo, sin importar cómo se vea, puede ser hermoso en cuerdas. Aprendí rápidamente que, aunque tenía demasiado peso para mi preferencia, se veía genial burbujeando y frunciéndose a través de las cuerdas. Es difícil de explicar, pero la sensación de tu cuerpo presionando contra las cuerdas es una sensación delirante. lunaMK, fundadora/editora de @subguide
Bondage y otras técnicas
Muchos exploran la posibilidad de mezclar el bondage con otras técnicas del BDSM o con juguetes disponibles al Dominante. La combinación es poderosísima.
Lamentablemente, ahora no solo se enfrentarían a los riesgos del propio bondage, sino que se añaden otros.
En otras palabras, puede convertirse en el delicioso entrante en la espera del plato principal. Por otro lado, se le puede dar la posibilidad al sumiso de perderse en las sensaciones mientras está siendo inmovilizado, o incluso luchar contra las ataduras.
Me atrae, pero ¿cómo empiezo?
Poco a poco…
Esto lo debe tener bien claro si está comenzando. Nada de intentar cosas aventuradas, ya sea por probar o dejándose llevar por la adrenalina. Tenga presente lo siguiente:
- Consenso: Dom y sumiso deben ser conscientes y estar de acuerdo antes de intentar alguna técnica del bondage o BDSM de forma general.
- Safe word: ayudan a finalizar la sesión, por tanto, se comunican de antemano.
- Tijeras de seguridad: deben usarse para cortar las sogas en caso de emergencias. Si usa esposas o cadenas, un gancho de corte de seguridad con el mismo objetivo.
- Conocer limitaciones físicas: la sesión se adapta a la capacidad de resistencia y elasticidad del sumiso y no al revés. Además, debe averiguar otras condiciones físicas como problemas cardiorespiratorios o déficit de circulación.
- Comprobar constantemente al sumiso: el Dom debe chequear las reacciones físicas y emocionales de su pareja durante la sesión para evitar problemas en el transcurso.
- Limitar el tiempo del bondage: las formas más sencillas permiten mayor movilidad y resistencia, pero otras no deben exceder más de una hora.
Zonas y marcas luego del bondage
Bondage en algunas zonas:
Como ya sabe, esta práctica vincula partes o el cuerpo completo. Algunas de esas zonas son más sensibles que otras, y en caso de practicar bondage con ellas, debe distribuir la tensión de las ataduras abarcando una zona mayor, al igual que el bondage con instrumentos de metal.
Los riesgos incluyen desde daño a los nervios, problemas cardiovasculares o circulatorios, adormecimiento de los miembros, e incluso falta de oxígeno en algunos casos cuando oprime el pecho. Por tanto, las posturas en las que se coloca al sumiso también influyen.
Por tanto, cuide al aplicar presión en las siguientes zonas:
- Muñecas
- Parte interna del codo
- Parte externa superior del brazo
- Cuello
- Ingle
- Parte interna de las rodillas
- Tobillos
Un tip, si trabaja por etapas y utiliza diferentes cuerdas, le será más fácil ajustar la tensión en un punto en particular. Con un solo trozo de cuerda, le será muy difícil. Créame.
Vigile las marcas:
Obviamente, el bondage deja marcas en el cuerpo. Vigílelas de cerca y practique el aftercare.
Según el artículo “Bondage con cuerdas 101” en Cuadernos de BDSM 9, en una sesión de bondage quedan las marcas de presión creadas en la piel por los arrollamientos, las quemaduras de las cuerdas al tirar de ellas con demasiada rapidez rozando la piel, las marcas de pellizco provocadas por capilares rotos en zonas donde los arrollamientos no eran uniformes y moraduras provocadas por nudos mal colocados.
Ahora, sí, bondage para principiantes
Ya conociendo lo anterior, le recomiendo empezar por lo más sencillo e ir aumentando el nivel. Practique primeramente con las siguientes ataduras para mano:
- Girth hitch o nudo de alondra
- Nudo de columna doble
- Esposas de cuerda
Le recuerdo que este post es para darle ideas generales y atraerle al mundo del bondage. Por tanto, busque más información y videos del tipo de bondage que les gustaría practicar. No se arrepentirá.